Elige bien lo que vas a beber en Año Nuevo

A puertas de la celebración de Año Nuevo, donde  el brindis es una tradición, es recomendable tener conciencia de qué se va a consumir y en qué cantidad.

Es recomendable saber el contenido alcohólico de las bebidas para poder manejar mejor cuánto consumir sin que haga daño o provoque efectos desagradables.

La doctora Silvia Cruchet, directora de Extensión del INTA Universidad de Chile, recuerda que una dosis estándar de alcohol se define en base a la cantidad de alcohol puro que se consuma. Esto varía de acuerdo al tipo de bebida que se tome.

La concentración de alcohol en las bebidas alcohólicas varía de unas a otras. Por ejemplo: la cerveza tiene una parte de etanol por cada 20 partes de agua, el vino es de 2 a 4 veces más fuerte que la cerveza y las bebidas destiladas como el whisky o el ron contienen aproximadamente la misma proporción de etanol que de agua, lo que las hace más potentes en cuanto a sus efectos sobre las diferentes personas”, aclara.

Por lo mismo, Cruchet declara que no existe una dosis estándar de alcohol que pueda ser considerada “normal” para todas las personas, dado que la misma cantidad de alcohol las afectará de forma diferente, según sus características personales y según el entorno en donde se consuma.

Hay que tener presente que el alcohol es considerado una droga porque cambia la forma en que las personas perciben el mundo, sienten, y se comportan”, señala.

La especialista precisa que dosis bajas o moderadas de alcohol pueden producir sentimientos de relajación, desinhibición y aumento de la sociabilidad.Quizás uno se sienta “contento”, de buen humor.

Dosis altas o grandes cantidades pueden producir náuseas, mareos, disminución de los reflejos, dificultades para caminar (ataxia), deshidratación, y resaca al otro día. Las sobredosis pueden causar la pérdida del control motor, coma temporario, accidentes, envenenamiento y en casos extremos, la muerte.

A nivel calórico, explica Silvia Cruchet, el alcohol produce 7 kilocalorías por gramo sin aportar otros nutrientes, como pueden ser las vitaminas, minerales, etc.

Dada esta característica de ausencia de aporte nutricional, a la caloría alcohólica se la denomina 'caloría vacía'. Por esta misma razón, si se está realizando algún tipo de régimen o dieta baja en calorías, se restringe el consumo de alcohol

Cerveza 1 vaso de 200 ml, 95 calorías 
Champagne 1 copa 150 ml, 69 calorías
Jerez 1 copa 150 ml ,131 calorías
Pisco ( 35°) 1 copa, 195 calorías
Ron 1 copa, 125 calorías
Vino Blanco 1 vaso 150 ml, 87 calorías
Vino Tinto 1 vaso 150 ml, 72 calorías
Whisky 1 copa 70 ml, 294 calorías
Vodka 1 copa 70 ml, 85 calorías

Admitida la ganancia calórica que el consumo de alcohol implica, la ingesta de alcohol presenta beneficios y contras, según la cantidad consumida diariamente.

La doctora Cruchet señala que, como ventaja, se puede decir que con relación a la aterosclerosis, enfermedad que afecta a una gran cantidad de personas, el consumo diario de pequeñas cantidades de alcohol (no más de 24 g/día) aporta al organismo un incremento de la colesterina (HDL), y así protege contra enfermedades coronarias. Por esta razón este pequeño consumo de alcohol puede ser sugerido a personas enteramente sanas.

Menciona, en tanto, que las contras que presenta el consumo de alcohol son muchas y van desde depresión y descoordinación, la mala absorción de nutrientes hasta la cirrosis, problemas cardíacos y con otros órganos del cuerpo humano, como ya se ha descrito.

Uno de los riesgos a largo plazo que puede entrañar el consumo de importantes cantidades de alcohol es que puede generar dependencia, es decir, puede producir un cierto “acostumbramiento del organismo” que hace que si uno deja de consumir se pueden experimentar efectos desagradables conocidos como “Síndrome de Abstinencia”.

Además de los riesgos que ya mencionamos, al ser mujer y estar embarazada, se enfrentan riesgos "extras" ya que el consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar daños al bebé. Se sabe que cantidades pequeñas de alcohol (como uno o dos vasos de vino o cerveza) diariamente o un par de veces por semana podrían afectarlo. El daño puede ser ocasionado en cualquier etapa del embarazo, tanto en el primer trimestre como en el segundo o el tercero.

Publicado el 29/12/10
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer

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